martes, 9 de noviembre de 2010

La Revolución Cubana

La historia de la revolución cubana empieza mucho antes de que se realizara, sus antecedentes directos comienzan con la Revolución Rusa.
La revolución Rusa trajo como consecuencias directas una oleada revolucionaria a escala mundial y se formaron Soviets en muchos lugares del mundo, inclusive en muchas plantaciones de tabaco en Cuba. También la Revolución inspiró a grandes movimientos estudiantiles revolucionarios muy importantes como los que estallaron en Pekín (Beijín) en 1919 y en Córdoba (Argentina) en 1918 y desde aquí se difundieron por toda América Latina generando líderes y partidos Marxistas revolucionarios locales.
Las Revoluciones Sociales desprendidas de la Revolución Rusa empezaron en su gran mayoría con golpes militares o paramilitares derivados de largas insurrecciones armadas de origen esencialmente rural (como más adelante sería la Revolución Cubana), también estas revoluciones, al igual que la cubana, se hicieron en base a la lucha del tipo Guerra de Guerrillas por ser esta la forma de lucha rural.
El movimiento Leninista ejercía una gran atracción sobre los jóvenes del tercer mundo, sobre todo en aquellos que habían pertenecido a una elite, hay que recordar que Fidel Castro era hijo de un gran terrateniente cubano y su compañero de revolución Ernesto "Che" Guevara provenía de un familia de clase alta.

Comienzos de la Revolución

Fulgencio Batista, en mayo de 1952, toma el poder mediante y un golpe de estado. A más de 60 años de lucha por la independencia, era posible en aquella época, ya que se realizarían elecciones.
                       
Una de las principales característica del gobierno de Batista fue su apoyo a los norteamericanos, cosa que provocó el total rechazo de la burguesía azucarera, ya que a raíz de esto se limitó la cosecha interna de azúcar, lo que impidió que se pudiese comerciar el producto con los países del bloque socialista, aceptando que los norteamericanos no adquiriesen las cuotas del producto pactadas históricamente
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Después de esto, Fidel Castro, quien era un abogado hijo de un terrateniente, pidió enjuiciar en los tribunales al dictador, por haber violado seis artículos pertenecientes al código de defensa social, cuando llegó al poder mediante un golpe de estado. Evidentemente, la demanda no se pudo consumar, por lo que Fidel Castro, entendió que la única manera de conseguir su cometido era por medio de la revolución.

Planeó un ataque a un importante depósito de armas situado en Santiago de Cuba, conocido como el Cuartel de Moncada, esto sucedió el 26 de julio de 1953.  Este fue un fracaso, luego de acabar el enfrentamiento las tropas de Batista asesinaron a los guerrilleros, siguiendo a esto el arresto de Fidel y algunos sobrevivientes.

Fidel siguió en prisión, hasta que por mediación de un movimiento nacional y la amnistía contra prisiones políticos, salió libre y se exilió a México en 1955.
En este momento empezó a organizarse el grupo de guerrilleros que desembocarían en la isla para así, deshacerse de Batista y tomar el poder. En este grupo de guerrilleros se encontraban hombres tales como Ernesto “Che” Guevara, quien fuese un médico de argentina, pero a la vez hábil guerrillero que soñó con revoluciones de orden político y social en toda Latinoamérica, con el fin de traer la  igualdad a todos los países.

Las Tropas Rebeldes se movilizan hacia la Zona de Sierra Maestra donde se encontraba Batista para iniciar la lucha armada.
Ya que la burguesía azucarera del país y los ricos empresarios tuvieron disyuntivas con Batista, estos empezaron a financiar a los guerrilleros, así formando el Frente Cívico Revolucionario Democrático que se trazó una estrategia común, la cual consistía en por medio de la lucha armada, derrocar la dictadura de Batista, y a la vez, crear un gobierno provisional, y con este una constitución. Esta idea fue respaldada por los socialistas y comunistas.

Los hombres de Fidel atacaron poderosamente a los llanos del centro de Cuba, eliminando de esta manera el margen político-militar de este lugar durante 7 meses. El presidente atacó esta ofensiva de los guerrilleros mandando más de 10,000 hombres, luego de pasar 2 meses en la lucha, Batista perdió más de 1,000 hombres, agregándole 450 prisioneros, y entregándole a los rebeldes 600 armas. Ya en agosto del 1958, se retiraron de la Sierra, Camilo Cienfuegos, quien fuese un revolucionario, trasladó sus tropas a Pinar del río, y el Che llevó a las suyas a las Villas, ubicada en el centro de Cuba. En diciembre de ese mismo año, dos columnas del ejército de la guerrilla tomaron unos cuantos poblados en la zona de las Villas, partiendo el país en dos partes. El Che llevó a sus tropas a pelear a Santa Clara, capital de las villas.
Batista deja el gobierno y se exilia en el extranjero el 1o de enero de 1959. Las columnas de los guerrilleros empiezan su marcha hacia la Habana. Se responde al llamado de huelga general, dictado por Fidel Castro, y el país es paralizado. Por otro lado, Cienfuegos había ocupado Campamento Columbia, símbolo de Batista; Ché  estaba instalado en la fortaleza de La Cabana; Urrutia estaba en la capital con Humberto Sori Marin como ministro de Agricultura; Carlos Rafael Rodríguez, ministro del Interior; Julio Martínez Páez, ministro de Salud Publica; José Miro Cardona, primer ministro; Roberto Agramonte, ministro de Asuntos Exteriores, y Manuel Ray, ministro de Obras Publicas.

Castro llega a la Habana el 8 de enero y el 16 de ese mismo mes se nombra Primer Ministro, en sustitución del que nombrara Batista Manuel Urrutia.

El 20 de abril de 1961 la fuerza invasora que, con el apoyo de Estados Unidos, había desembarcado 72 horas antes en Bahía de Cochinos, Cuba, fue completamente aplastada por el ejército cubano. Más de un centenar de invasores murieron, y los cubanos capturaron a otros 1.200, junto con importante material bélico.

Después de tres días de encarnizados combates, la invasión se convirtió en un completo fracaso y en un grave tropiezo diplomático para Estados Unidos, cuya intervención en los hechos resultó manifiesta. La fuerza invasora estaba compuesta por exiliados cubanos opuestos al régimen de Fidel Castro, y contó con el apoyo de la CIA; obligado por el curso de los hechos, el presidente norteamericano, John F. Kennedy, terminó por aprobar a regañadientes la operación, en cuyo éxito no confiaba.

Unidad Popular Chilena

El Inicio del siglo XX ya venía marcado con el ingreso del movimiento popular chileno en la escena política. Desde el punto de vista social, en cierto modo, un siglo XX corto es el que corre desde 1903 a 1973, desde la huelga portuaria de Valparaíso hasta el golpe de estado. En estos 70 años, el movimiento popular se fue nutriendo y ensanchando con diversos movimientos sectoriales: el obrero, el campesino, el de los estudiantes, el de los profesores, los empleados públicos, etc.  Durante dichos 70 años, diversas coyunturas marcaron el  desarrollo del movimiento popular: en los 20, desde las marchas del hambre articuladas por la FOCH hasta la primera Asamblea Constituyente de Obreros e Intelectuales, de 1925; en los año 30, desde las huelgas ferroviarias de 1935y 1936 hasta la constitución del Frente Popular; en los años 40, desde el reconocimiento del carbón y la Ley Maldita; en los 50, desde la fundación de la CUT, pasando por la toma de la Victoria hasta casi la elección de Salvador Allende en 1958; en los 60, desde las huelgas de la educación, la salud, las tomas de fundo y sitios, hasta ahora si la elección de Allende en 1970.
En cada una de estas coyunturas, lo que estuvo en juego fueron demandas de justicia social y de democratización política.
La Unidad Popular  represento un momento en que se incrementaron todas las luchas populares, las más históricas y las más nuevas, multiplicándose los sujetos y los actores del cambio.
Nunca el pueblo, de modo tan masivo como en la UP, comenzó a hacerse protagonista de su propio destino, pero también nunca como en la UP, la actividad del pueblo fue percibida como una amenaza tan radical por los grupos sociales tradicionales, cuando los viejos miedos se multiplicaron y fueron eficientemente exacerbados por la prensa de la derecha.
La coyuntura que hizo expresivas estas contradicciones fue la que va desde el paro de octubre de 1972 hasta la mañana del golpe de estado, el 11 de septiembre de 1973. En esos días y meses, la derecha asociada con los gremios (Transportistas, Colegios Profesionales, Comerciantes, etc.), puso en marcha un estrategia de ingobernabilidad encaminada a producir un golpe de estado con apoyo social; el gobierno de Allende recurrió a todos los medios para conjurar "la sedición", mientras que el pueblo movilizó todos sus recursos para impedir que el país se paralizara propósito buscado por el movimiento anti socialista.
La movilización popular fue entonces bastante exitosa, pero evidentemente sobrepasó todas las previsiones del gobierno y de la propia UP sobre los alcances de la movilización popular, que a estas alturas, comenzaba a desencontrarse con el gobierno, afirmando su propia lógica: la del "poder popular".
Sin embargo, en este mismo proceso, de "agudización de la lucha de clases" la tragedia comenzó entonces a dibujarse en el horizonte. El gobierno de la UP debía enfrentarse a una derecha crecientemente golpista, lo que estrechaba sino hacía imposible la negociación política, que era, entre otros, lo que los partidos políticos sabían hacer mientras que el pueblo (y la izquierda) se tensionaba y dividía frente a la necesidad de apoyar al gobierno y asegurar por otra parte sus logros en la base y las posibilidades del socialismo.
La división de la izquierda, por su parte, era expresiva de los viejos problemas estratégicos no resueltos por el propio movimiento popular, entre otros en su propia autonomía frente el estado de tal manera que el golpe los sorprende sin orientaciones capaces de enfrentar la emergencia que se les venía encima.

Frente Sandinista de Liberación Nacional

El Frente Sandinista de Liberación Nacional se funda en el año de 1961 como una organización político-militar, teniendo como ejemplo político principal la lucha de Sandino en defensa de la soberanía del país frente a la invasión de las tropas de los Estados Unidos. Su objetivo principal es el derrocamiento de la dictadura somocista a través de la lucha armada para lograr la toma del poder político, la democratización y el progreso de Nicaragua.
Los principales fundadores del FSLN son, entre otros, Carlos Fonseca, Francisco Buitrago, Jorge Navarro, Silvio Mayorga, Pablo Ubeda, Germán Pomares y Tomás Borge. 
La primera acción guerrillera se realiza en una profunda zona montañosa del norte de Nicaragua, en el departamento de Jinotega, en las áreas fronterizas con Honduras denominadas Raití y Bocay. Para sofocar esta incipiente guerrilla, la guardia nacional de Somoza coordina acciones con la guardia de Honduras y ambas atacan y derrotan al grupo guerrillero sandinista, muriendo en esta acción un porcentaje importante de los fundadores del FSLN. Luego de esta primer derrota, el Frente Sandinista se reestructura, se fortalece, realiza nuevas acciones organizativas en la ciudad y en las montañas, organiza a los jóvenes estudiantes de secundaria y de la universidad, a sectores obreros importantes, a núcleos de pequeños campesinos de las montañas de Matagalpa y Jinotega, a intelectuales e incluso a grandes propietarios de las zonas de Matagalpa y Chontales; funda el Frente Estudiantil Revolucionario, una especie de organización intermedia que trabaja en secundaria y en la universidad y que se constituyó en la punta de lanza para organizar a los estudiantes y a los pobladores urbanos.
En Noviembre del 76 en combate desigual en Zinica, muere el fundador y líder máximo del FSLN: Carlos Fonseca lo que significó un duro revés para el sandinismo, pero que, en vez de amilanarlo, le dio mayor coraje para continuar la lucha.
Mientras los combates se recrudecen en las principales ciudades de Nicaragua, el gobierno de los Estados Unidos intenta manipular a la OEA con el objeto de que ésta designe fuerzas interventoras en Nicaragua, el intento de Estados Unidos fracasa al tener la oposición absoluta de los principales gobiernos latinoamericanos; posteriormente, pretextando motivos humanitarios intenta afincar fuerzas militares en Costa Rica para desde allí intentar algún esfuerzo militar en Nicaragua; esta intentona también fracasa. Finalmente, en esfuerzos negociadores con las fuerzas insurgentes sandinistas, pretende influir en la composición de la Junta de Gobierno de Reconstrucción nacional, asunto que no logra concluir con éxito. Ante todas estas adversidades, a los Estados Unidos no le queda más alternativa que demandarle a Somoza su renuncia a la Presidencia de Nicaragua para buscar como evitar el derrocamiento definitivo de la guardia de Somoza. Somoza es obligado a renunciar y es sustituido por el Presidente del Congreso Nacional, el Dr. Francisco Urcuyo, quien al sentirse posesionado de la banda presidencial pretende concluir el período de Somoza y llama al Frente Sandinista a deponer las armas y entregar las mismas ante su gobierno; esta actitud acelera el avance de las fuerzas militares sandinistas sobre Managua y en 24 horas el Dr. Urcuyo huye del país, la guardia somocista se derrumba estrepitosamente y el Frente Sandinista liquida a la dictadura militar somocista y asume a través de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional los destinos de Nicaragua. 
Una vez tomado el poder el Frente Sandinista inicia una serie de transformaciones profundas en el país, empezando por expropiar los bienes de la familia Somoza y de sus allegados; por impulsar una reforma agraria integral; nacionalizando las minas, la pesca y los recursos naturales; impulsando la Cruzada Nacional de Alfabetización que redujo el analfabetismo del 53 al 12%; impulsando campañas de salud y limpieza; educación para todos, acceso a la universidad de todos los sectores y creación de condiciones para el desarrollo de la niñez, de la juventud, de las mujeres, de los campesinos y de los trabajadores. La expropiación de los bienes de las compañías transnacionales y de algunos sectores de la oligarquía, y la solidaridad internacional manifestada por la Revolución Popular Sandinista, trajo como consecuencia la ofensiva militar de los Estados Unidos contra la revolución que empezó minando puertos, bombardeando unidades productivas, dinamitando puentes y torres eléctricas y continuó durante diez años con lo que la administración Reagan llamó "una guerra de baja intensidad". Esta guerra le costó al pueblo de Nicaragua cerca de 50 mil muertos, la destrucción de gran parte de su infraestructura, de sus unidades productivas y la obstaculización del desarrollo que estratégicamente la revolución quería impulsar. Ante esta agresión abierta, Nicaragua recurrió ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, acusando a los Estados Unidos y después de la presentación de pruebas contundentes el alto tribunal internacional de justicia determinó que el gobierno de los Estados Unidos era responsable de agresión y destrucción de vida y bienes contra el gobierno y el pueblo de Nicaragua, obligando de esta forma al gobierno del presidente Reagan a que cumpliera con una indemnización al gobierno y pueblo de Nicaragua por los daños causados.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El Rompimiento de una Gran Dictadura


El 27 de junio de 1973 comienza el Golpe de Estado que protagonizaron las fuerzas armadas cuando disuelven las cámaras legislativas y asumen, bajo la cobertura del presidente Juan María Bordaberry, la totalidad del poder publico hasta febrero de 1985.
Los 12 años de la dictadura militar estuvieron signados por la represión de todas las fuerzas políticas, particularmente dura con las de izquierda, por el encarcelamiento de todos los dirigentes sindicales y la prohibición de la actividad gremial a obreros y empleados, y por la expulsión de los funcionarios públicos, especialmente los docentes, sospechosos de cualquier inclinación izquierdista.
Las resistencias de la sociedad al régimen militar tuvieron su expresión más clara en el rechazo de la Constitución autoritaria que el gobierno promovía, ocurrido en el plebiscito del 30 de noviembre de 1980 cuando "el NO" recogió el 57,2% del total de sufragios, y eso en medio de una censura militar casi completa de los medios de comunicación.


La crisis financiera y económica de 1982, que aceleró la inflación y sobre todo la desocupación, y esas resistencias sociales aludidas, que también condujeron a la reorganización del movimiento sindical, llevaron a los militares a ceder el poder a la sociedad civil, aunque con ciertas limitaciones, de las que dio cuenta el llamado Pacto del Club Naval concluido el 3 de agosto de 1984.
En elecciones en que hubo candidatos todavía vetados por las Fuerzas Armadas, surgió como presidente constitucional el líder colorado Julio María Sanguinetti. Bajo su presidencia (1985-1990) y la de su sucesor, Luis A. Lacalle (1990-1995) se fortificaron las instituciones democráticas, el clima de tolerancia recíproca renació y políticamente el país.
En 1991, el Uruguay pasó a fundar e integrar el Mercosur, alianza económico aduanera que lo incluye junto a Brasil, Argentina y Paraguay.